¿Es normal que se muevan los dientes con ortodoncia?
Muchos pacientes se sorprenden al notar que sus dientes se mueven durante el tratamiento de ortodoncia. Pero ese movimiento es precisamente el objetivo. Vamos a ver cuándo es normal y cuándo podría ser señal de que algo no va bien.
El movimiento dental es el objetivo
Los brackets o alineadores aplican presión controlada para mover los dientes a la posición deseada. Este proceso involucra cambios en el hueso que sostiene los dientes. Es completamente normal sentir un leve movimiento, especialmente después de los ajustes, o incluso una ligera sensibilidad durante los primeros días después de cada cambio de alineador o ajuste de alambre.
¿Cuándo es motivo de preocupación?
Si el movimiento es muy notorio, hay dolor intenso, inflamación, o notas movilidad exagerada, podría haber otros factores como:
Inflamación de encías.
Problemas periodontales previos (encías inflamadas).
Mal ajuste de los aparatos.
Falta de seguimiento adecuado.
En estos casos es importante acudir cuanto antes a revisión para que el ortodoncista pueda valorar la causa y hacer los ajustes necesarios.
La importancia de los controles regulares
Por eso es fundamental no faltar a las citas programadas. Durante cada consulta, el ortodoncista revisa cómo están respondiendo los dientes al tratamiento, evalúa si el movimiento está ocurriendo de forma controlada y segura, y ajusta la fuerza que se aplica en cada etapa. Estos ajustes son clave, porque cada diente responde de manera diferente, y el seguimiento personalizado permite corregir desviaciones antes de que se conviertan en problemas mayores. Además, en los controles se vigila la salud de encías, raíces y hueso, garantizando un tratamiento seguro y efectivo.
¿Qué pasa después de la ortodoncia?
Una vez finalizado el tratamiento activo, comienza una fase igual de importante: la retención. Después de mover los dientes, el tejido óseo y las encías necesitan tiempo para estabilizarse. Sin retención, los dientes tienden poco a poco a regresar a su posición original, lo que se conoce como “recidiva”. Los retenedores, ya sean fijos o removibles, mantienen los dientes en su nueva posición mientras el hueso y los tejidos terminan de adaptarse. El uso correcto de los retenedores es esencial para que el resultado obtenido se mantenga a largo plazo y no se pierda el esfuerzo invertido en todo el tratamiento.
Conclusión:
El movimiento de los dientes es parte natural del proceso de ortodoncia, pero siempre debe ser supervisado. Los controles regulares y el uso adecuado de los retenedores son clave para lograr una sonrisa alineada y estable.
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