La importancia de las radiografías en tu tratamiento dental
Muchos pacientes se sorprenden cuando el dentista les solicita una radiografía, sobre todo si “no les duele nada”. Sin embargo, hay muchos problemas dentales que no se ven a simple vista y pueden avanzar silenciosamente. Las radiografías nos permiten ver más allá de lo evidente y tomar decisiones más seguras y precisas para tu tratamiento.
¿Para qué sirven las radiografías dentales?
Las radiografías nos muestran lo que el ojo no puede ver. Nos permiten observar el interior de los dientes, las raíces, el hueso y estructuras cercanas. Así podemos detectar caries ocultas, infecciones, quistes, dientes retenidos, pérdida ósea, fracturas y otras condiciones que podrían pasar desapercibidas en una revisión visual. También nos ayudan a evaluar el desarrollo dental en niños y adolescentes, y a dar seguimiento a tratamientos anteriores como endodoncias o extracciones.
¿Son seguras las radiografías?
Sí. Hoy en día, la mayoría de las clínicas —incluida Ortodontik— utiliza radiografías digitales, que emiten hasta un 90% menos radiación que las convencionales. Además, siempre usamos chalecos protectores para cuidar tu salud. La cantidad de radiación que se recibe en una radiografía dental es mínima, comparable a lo que recibes en un vuelo corto de avión. En otras palabras, el beneficio supera ampliamente cualquier riesgo.
Radiografías en ortodoncia: ¿por qué son indispensables?
En ortodoncia, las radiografías son fundamentales desde el primer día. Antes de iniciar un tratamiento con brackets o alineadores, necesitamos evaluar la posición exacta de las raíces, la forma y cantidad de hueso disponible, dientes retenidos o ausentes, y el estado de las articulaciones temporomandibulares. Esto permite diseñar un plan de tratamiento 100% personalizado y predecible.
Durante el tratamiento, también se pueden solicitar radiografías de control para asegurarnos de que todo progresa correctamente. En Ortodontik, nos apoyamos en estudios como la radiografía panorámica y la lateral de cráneo para lograr diagnósticos más precisos y eficaces.
¿Cada cuánto se deben tomar?
No hay una frecuencia fija para todos. Depende de tu edad, estado de salud bucal, tipo de tratamiento y necesidades individuales. Por ejemplo:
Si eres un paciente nuevo, probablemente necesites una radiografía para establecer tu diagnóstico inicial.
Si estás en ortodoncia, podrían pedirse antes de comenzar y luego cada cierto tiempo para evaluar el progreso.
En tratamientos como extracciones, implantes o endodoncias, se solicitan radiografías específicas para planificar o confirmar el resultado.
El objetivo no es hacerlas por rutina, sino cuando realmente aportan valor a tu diagnóstico o seguimiento.
Las radiografías no son un extra: son parte esencial de una odontología moderna, segura y personalizada. Nos permiten ver más allá de lo evidente y ofrecerte el mejor tratamiento posible desde el primer día. Agenda tu cita y comencemos juntos a cuidar tu sonrisa.